Cuando la oscuridad puede contigo

Cuando la única opción es seguir adelante. Un viaje que siempre sigue. Aunque nosotros queramos parar el tren. Cuando queremos volver y que nos lleve otra vez a esa estación en la que fuimos realmente felices. Pase lo que pase hay que seguir. Lo mejor es aceptar que no podemos volver atrás y hacer que los momentos que vivamos en adelante sean tan buenos o más que los que ya vivimos.


Que fácil es hacer esta reflexión cuando no estas en la oscuridad. Porque cuando estás deprimido o pasando un mal momento esas palabras quedan muy lejos. Y si llegas a escribirlas o a decirlas en algún momento no te las crees realmente. Estás autoengañandote pensando que pasará (y claro que pasará) pero en ese instante no te las puedes creer.
Con lo cual si estas en esa situación en la que quieres creerte esas palabras pero parecen que no llegarán a cumplirse nunca no desesperes. Busca una persona (amigos, familia,etc) e intenta pasar buenos ratos de risas con ella. No hace falta hacer nada especial, porque lo que hace gracia es hacer que cualquier chorrada sea divertida (y os aseguro que lo digo por experiencia). Ver pelis y hacer análisis de cualquier detalle nimio, descubrir un grupo de música que mole y ver todos los vídeos en YouTube, ver monólogos, buscar palabras raras y usarlas delante de gente que no sepa que significa (desfesteo es la última de mi colección). En fin... Hacer es mejor que desear!

Lejos de todo, cerca de ti

¿Cuántas veces había soñado con ese momento? ¿Cuantas veces había pensado en ese día? Tantos planes, tantos quebraderos de cabeza que al final han quedado en nada. Porque quizá ella no está donde debería... O tal vez está en el sitio exacto, en el sitio idóneo. Está lejos de eso que pensaba que podía hacerla feliz pero que en el fondo no quería.