Un cuadro vivo

Estoy aquí y siempre miro por la ventana. Siempre es el mismo paisaje. Siempre, desde hace diez años, veo lo mismo por la ventana. Parece ya un cuadro. Lo primero que veo es la casa de mis vecinos. Ya no son los vecinos del principio pero la casa, blanca, que refleja el sol por la mañana es la misma. Mas allá se ve un conjunto de casitas de esas que te hacen pensar que viven en cada una de ellas una familia feliz con perro y todo. Y después ya no hay mas que verde.
 Hay un prado enorme en el que se crían vacas y caballos. A veces en las noches de verano se pueden oír esas vacas, a pesar de estar bastante lejos de mi ventana. De ahí hacia arriba empiezan las montañas. Yo destaco la que se ve desde mi ventana. A mitad de ella hay una vía de tren. A veces se oye pasar el tren pero no se ve, a veces solo se ve y pasa en silencio como para pasar desapercibido. También se ven las ruinas de lo que fue un castillo pequeño. En alguna vida pasada tenia vida, seguramente de señores con nombre importante. Ahora solo es testigo de fiestas y seguramente de más cosas que solo él podría contar si pudiese.
 Por último en la cima esta la torre del telégrafo. Es la meta de los que buscan un pequeño desafio a pie o en bici. En verano se ve verde y en invierno acaba blanco.
Esta es la vista que tengo siempre y que me parece tan rutinaria que casi ni me fijo en los detalles. Pero cuando estoy lejos de mi casa, de mi ventana lo echo de menos. Y me acuerdo de cada detalle que a veces no aprecio.

Hoy salimos. Salimos para reír, para bailar, para pasarlo en grande. Hoy salimos por todos esos sitios que son fiesta y alegría. Hoy salimos por todos esos días que no lo hemos hecho, por todos esos momentos que nos han hecho estar abajo. Hoy estamos arriba y salimos para celebrarlo. Hoy la noche es nuestra.

"TONIGHT WE OWN THE NIGHT"

Siempre Jamás

Perversa y Malévola soñaban con muchas cosas. Vivir en el extranjero. Viajar a Italia sin parar. Ir a un concierto de un grupo de música favorito. Pero tenían muchos miedos. Había muchas cosas que no sabían como iban a hacer o como iban a afrontar. ¿Quizá algún día se cumplan sus sueños? No saben que pasará en el futuro, lo único que saben es que jamás estarán solas. Siempre estará Malévola para Perversa y Perversa para Malévola.

" Well I don´t mind if you don´t mind, cause I don´t shine if you don´t shine"

Ya no más

Tienes razón. Hoy no ha sido como siempre. Y no creo que haya sido todo culpa mía y no todo culpa tuya. Yo esperaba más y tu querías mucho menos. No se hacia donde va esto si cada uno queremos cosas diferentes. ¿Y que hago si no puedo evitar lo que siento? Ojalá no sintiera nada. Ojalá. Pero se acabó. No puedo con esto. Y que pena me da que no pueda dar más de mi. Que pena me da darme cuenta de que lo nuestro no puede ser más, que solo puede ser diferente.

Ella siempre había sido mi inspiración

Ella siempre había sido mi inspiración. Cada vez que yo respiraba lo hacía por ella. Cada vez que yo reía lo hacía porque ella reía. Su mirada me encendía, su boca me tentaba, y continuamente me dejaba sin respiración. Ahora ella ya no está. Ahora mi corazón ha dejado de latir. Mis pulmones ya no quieren el aire porque ella ya no respira conmigo. Siento frio en la cama. Frio de estar solo, de no compartir ningún momento con ella. De sentir su calor, su cuerpo pegado al mío. Miro por la ventana, nieva, estrellas, lluvia, noche sin luna. Y así me paso los días, contemplando la puerta para ver cuándo volverá. Cuándo entrara por esa puerta y se tirara a mis brazos. Cuándo podre volver a ser yo, a vivir, a sentir. 

La mujer del paraguas rojo

La mujer del paraguas rojo parecía ya parte del decorado. Llevaba tanto tiempo allí plantada que se confundía con lo que tenia alrededor. Miraba sin parar aquel cuadro que le recordaba tanto a un tiempo pasado tan maravilloso que no asimilaba que ya no fuera real. Parecía como si todo hubiese sido un sueño, hubiese estado en su imaginación. Pero todo había sido real, al menos para ella. Muy probablemente volvería mañana y haría lo mismo. Se quedaría ahí lloviera o nevara. Se quedaría allí contemplando su cuadro, su vida feliz.